Hace ya muchos meses Alejandro contactó conmigo, me comentó que su mujer cumplía 50 años y que le hacía mucha ilusión organizarle una fiesta sorpresa. Así fue cómo empezamos a fraguar esta fiesta en la que desde luego la cumpleañera fue sorprendida.
Dado que 50 años, es una fecha muy especial en la que se supone que se alcanza un status importante y en la que todavía es una edad muy buena para hacer cosas, decidí plantearle a Alejandro que la fiesta se titulase “los fabulosos 50” y que predominasen los tonos dorados. Por eso de la edad de oro, las bodas de oro que son 50 años, etc… y por que es muy elegante y clásico para la noche.
Lo primero que hicimos fue las invitaciones, en las que predominaban varios mensajes pero el más importante es que era una sorpresa y no le podían decir nada a Mari Paz. Los colores nácar y dorado.
Y… llegó el día de la fiesta… hasta la rivera navarra nos desplazamos Ana y yo para montar toda la decoración del restaurante. Había dos áreas a decorar la sala cocktail y el comedor donde sería la cena.
En la zona donde tuvo lugar el cocktail lo decoramos con muchas velas y con unos globos gigantes dorados en los que se tenía que leer “fabulosos 50” pero se nos estalló la letra “B” y se leía los “faulosos 50”, todo el mundo se rió muchísimo con esto ya que pensaron que estaba hecho adrede (nada más lejos de la realidad). Lo utilizamos a modo de photocall y todos los invitados según entraban se hacían fotos allí. También hubo un grupo de jazz que se encargó de animar todavía más el ambiente. En un momento dado apagamos todas las luces y todo el mundo se quedó en silencio a la espera de que Mari Paz hiciera su entrada con los ojos vendados. Cuando los 120 invitados gritaron ¡¡sorpresa!! la cara de ella era de alucine, no se lo esperaba para nada… todo el mundo había guardado el secreto…
Tras el cocktail todos los invitados pasaron al comedor. Iluminamos el camino con velas para darle un aire más íntimo y especial.
Antes de acceder al comedor todos los invitados tenían que pasar por esta preciosa mesa que decoramos con los mismos tonos de toda la fiesta, dorado, blanco y el toque alegre de las craspedias, flor de la que estoy enamorada por lo agradecida que es.
En cada flor enganchamos una tarjetita en la que los invitados debían buscar su nombre así como la mesa que les había sido asignada. Fue súper divertido ver como los invitados se buscaban, se escondían las tarjetas y algunos hasta se ayudaban. Implicamos a los invitados en el juego de buscar su sitio y creo que repetiremos ya que se lo pasaron genial.
El comedor estaba decorado con rosas blancas, pompones dorados en las columnas y muchísimas velas.
Cada mesa tenía una foto de Mari Paz en las distintas fiestas del pueblo, ya que en lo que coincidieron Alejandro y Asun (amiga de la homenajeada y que nos ayudó muchísimo durante todo el proceso de planificación) es que no se pierde ninguna fiesta de su pueblo.
Como detalle especial cada servilleta estaba envuelta en un lazo dorado con una tarjeta en el que se leía “los fabulosos 50 de Mari Paz”.
Y como en todo cumpleaños no puede faltar una tarta. Al igual que el resto de la decoración los colores fueron el dorado y el blanco. La tarta era casi una réplica de la invitación y la encargada de realizarla fue mi querida Mar de Tartas Mar Dulce. Colocamos bengalas sobre la tarta y repartimos entre todos los invitados mientras cantaban Feliz Cumpleaños.
Fue una fiesta inolvidable para los invitados pero sobre todo para Mari Paz. Según tenemos entendido terminaron cuando empezaba a amanecer. Así fue como Mari Paz estrenó sus “fabulosos 50”.
Fue una fiesta inolvidable para los invitados pero sobre todo para Mari Paz. Según tenemos entendido terminaron cuando empezaba a amanecer. Así fue como Mari Paz estrenó sus “fabulosos 50”.
Bisous,
Leire
Fotos realizadas por Chivite Gil
